Martes 22 de mayo de 2012
Uno no se cansa de ver la majestuosidad de este fondeo. Es algo increíble. Bonito, bonito.
Anoche celebramos con los amigos del Bamboleiro de nuevo la arribada y preparamos unas pizzas caseras ricas ricas. Ellos preparon unos tragos de ron con jugo de pomelo, limón y naranja.
En el pueblo no hay mucho, una sola tienda con cuatro cositas y nada más. No podemos comprar nada porque no tenemos la moneda local - francos polinesios. Pero tenemos fruta y artesanías del lugar. El dinero aquí no tiene mucho valor y la gente te ofrece sus obras, pomelos, plátanos, papayas... a cambio de cosas que tú les quieras cambiar. Lo primero que piden siempre es ron pero si no hay se conforman con ropa, gorras, pintauñas, perfumes... lo que haya. Siempre andamos con la mochila a cuestas llena de cositas que rescatamos de los armarios. Qué maravilla estar en un lugar donde el dinero existe pero tiene un valor secundario.
Mañana partimos para la isla de Hiva Oa donde haremos la entrada oficial y obtendremos money. Una navegada de medio día y a la tarde nos plantamos en la capital marquesiana.
Aquí eso de internet es ciencia ficción. En Hiva Oa algo encontraremos, esperamos. De momento nuestra única vía de comunicación siguen siendo los correos del pactor, que no es poco.
Besos polinesios
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