En Suwarow, guauuuuuuuuuuuuuuu!

Viernes 14 de septiembre de 2012
No creíamos que pudiéramos llegar en cuatro días y medio. Ayer por la mañana el viento empezó a decaer y dimos por imposible llegar en el día. Bajamos la mayor y pusimos solo un trozo de génova para empezar a caminar despacio, íbamos a tener que hacer 70 millas en 24 horas. Al cabo de un rato el viento empezó a soplar de nuevo, 18 nudos. Yo me había ido a estirar un rato dentro y Jose me llamó: "Virgi, está soplando otra vez, creo que podemos hacerlo". Me reincorporé como pude e izamos la mayor, esta vez sin ningún rizo, y empezamos a correr. A las 6 de la tarde estábamos entrando en el lagoon de Suwarow con solo media hora de margen para navegar por su interior hasta el fondeo y tirar el hierro todavía con un poco de luz. Por los pelos... pero lo conseguimos.

Varios barcos amigos nos empiezan a llamar por radio cuando ven las velas del Caps aproximándose a la isla. Esto ya es como una gran familia y nos conocemos todos. Qué alegría da llegar y ser tan bien recibido. Pippi, del Merilelu nos viene a buscar con el dinghy y nos indica dónde tenemos un lugar para fondear. Hay 22 barcos anclados pero ha llegado a ver hasta 35, así que lugar, hay.

Hay fiesta en la playa y Pippi nos da el tiempo para quedar bien fondeados y ponernos algo de ropa e ir a la barbacoa de pescado que han armado en la orilla. Estamos cansados, molidos, pero quién dice no a una fiesta. Están todos allí.

Varios barcos que salieron un día antes que nosotros acaban de llegar hace tan solo unas horas. Todos se admiran cuando saben que lo hemos hecho en cuatro días. Es que el Caps es mucho Caps.

Hemos tenido una buena navegación pero no tan buena travesía para mí. Viajé mareada y sintiéndome mal casi todo el tiempo. Ya salí un poco enfermita de Maupiti. Al hablar con otras chicas que salieron más o menos al mismo tiempo coincide en que todas se sintieron mal. Habría un virus circulando o algo así?

Pero la navegación siempre trae su gran recompensa. Así es la vida del navegante. Llegamos al paraíso. Todo el mundo nos habla las mil maravillas de este lugar. Es el rincón idílico en el Pacífico que todos buscamos.

Os iremos contando cada día un poquito más de este atolón que se encuentra en medio del océano. Curioso e increíble...

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